Cuándo cambiar las ruedas de la bicicleta



Cambiar las ruedas de una bicicleta es un proceso sencillo, rápido y, sobre todo, fundamental para salvaguardar tu seguridad y la de los que te rodean. Al fin y al cabo, son los elementos más expuestos al deterioro. Aquí vamos a explicarte cómo saber que ha llegado el momento de sustituirlas y cómo hacerlo. ¿Cuándo debes cambiar las ruedas de tu bicicleta?

Hay ruedas de muchos compuestos diferentes y, por ello, resulta difícil determinar cuántos kilómetros deben pasar de media para proceder a su sustitución. Sin embargo, hay situaciones en las que el desgaste se hace patente.

Por ejemplo, si has empezado a notar que pinchas con demasiada frecuencia, probablemente se debe a que el material de la cubierta está llegando al final de su vida útil. Lo mismo sucede si sus dibujos están muy desgastados o, literalmente, han dejado de existir.

También debes fijarte especialmente en la parte central del neumático. Debido a las características del asfalto, esta se deteriora antes que los laterales. Por su parte, si observas que hay zonas cuarteadas o muy rígidas incluso cuando la cubierta está desinflada, también deberás sustituirlas.

Finalmente, debes rodar con ellas y prestar atención a las sensaciones que te transmite la bici. Si su tracción y eficiencia se ha visto reducida, lo más posible es que se deba a que las ruedas están en mal estado. Ten en cuenta que esto puede ocasionarte algún susto en forma de derrape o, en el peor de los casos, de caída. ¿Cómo cambiar las ruedas de la bicicleta?

Muy sencillo. Desmonta la rueda completa, es decir, la cubierta y la llanta. Después, vacía la cámara quitando la válvula y ejerciendo un poco de presión. En ese momento, destalonarla te resultará muy fácil. Eso sí, empieza siempre desde la zona de dicha válvula para extraer más cómodamente la goma.

A continuación, coge la nueva cubierta e introdúcela por uno de los lados de la llanta. En este sentido, debes comenzar también por la válvula. Asegúrate de que la pones en el sentido adecuado para no restarle eficacia más adelante. Este movimiento estará indicado por el fabricante mediante una flecha lateral.

Una vez hecho, talona totalmente la cámara teniendo cuidado de no pellizcarla. En ese momento ya estará totalmente centrada y podrás inflarla. Ponle la presión adecuada indicada por el fabricante. Ya solo tendrás que volver a fijar la rueda a la estructura de la bicicleta.

En caso de que el neumático sea tubeless, deberás haber puesto en su interior un líquido sellador. Para que se fije, una vez colocado en la llanta, deberás darle unas cuantas vueltas. Así se expandirá por completo.

En definitiva, cambiar las ruedas de tu bicicleta es tan sencillo como fundamental para evitar accidentes. En cualquier caso, nadie está libre de sufrir uno, por lo que contar una protección adicional te vendrá bien. Cada vez, son más los ciclistas que aseguran su bicicleta ante cualquier daño que pueda surgir. Existen seguros para ciclistas pensados para este tipo de deporte que no solo cubren a terceros, sino también a ti en caso de sufrir un percance. La manera más cómoda de gestionar la póliza de tu bici es a través del móvil y la app de Segguroo, donde tendrás disponible todos los datos en todo momento y así, ¡disfrutar sin preocupaciones!

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